El niño asmático puede desarrollar una actividad escolar normal, con el conocimiento de su situación, y ayuda por parte del personal docente.
Entre los niños menores de 12 años la prevalencia del Asma es del 12,5 %, siendo una de las principales causas de ausentismo escolar.
Fundaler tiene un plan de acción ante una crisis de Asma en un alumno en el que pueden participar el docente, la dirección y el profesor de educación física.
Procurar que el edificio, en general, y sobre todo las aulas estén limpias, sin manchas de humedad o rotura en las paredes. Que la limpieza se realice fuera del horario de clases, ventilando adecuadamente las aulas.
Evitar la exposición de los alumnos al polvo, olores fuertes, humos y otros irritantes.
Tratar que las aulas sean reparadas o pintadas, preferentemente durante las vacaciones de verano.
Incentivar una buena comunicación con los padres y motivándolos para que los niños realicen su tratamiento cuando no lo hacen, y que el mismo sea el adecuado a la información que proveyó el medico.
Hacer periódicos ensayos con el personal sobre manejo de una crisis asmática.
Educar a la clase acerca del asma como enfermedad, para crear conciencia de que el niño con asma es como cualquier otro, sin mayores limitaciones físicas. Esto evitará que sea discriminado por sus compañeros.
Tratar que el niño con asma se sienta bien, sin discriminarlo ni sobreprotegerlo. Ganándose su confianza se conseguirá que mucha de la ansiedad del niño disminuya al sentirse comprendido.
Cómo debe actuar el personal docente ante un niño con crisis de asma:El alumno que padece la crisis asmática debe ser apartado momentáneamente
de la clase, en lo posible, Ilevándolo a una habitación aireada, sin polvo y con una temperatura agradable.
Tranquilizarlo y procurar que se relaje. Es positiva la presencia de una persona del colegio que el niño conozca (director, supervisor, maestro, etc.), pues le inspirará mas confianza y atenuará su ansiedad. Evitar corridas y sofocones que sólo servirán para asustar aún mas al niño.
Es importante que ubiquemos al niño en una posición cómoda durante la crisis. La posición correcta es la siguiente:
- Sentarlo en una silla (nunca acostarlo), que le permita tener los pies apoyados en el suelo.
- Colocar ambas manos sobre las rodillas y hacerle apoyar los antebrazos sobre los muslos, suavemente.
- En esta posición, pedirle que cierre los ojos, que procure «aflojar» todo el cuerpo y que respire lentamente, en lo posible por la nariz y lo más profundamente que pueda.
- Hablar con él tranquilamente inspirándole confianza y recordándole la necesidad de relajarse lentamente.
Acérquese a nuestra sede, Dr. Enrique Finochietto 894 (CABA), o
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